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lunes, 11 de marzo de 2013


¿Para qué sirve el Día Internacional Mujer?

Han comprendido que no es inteligente ni es negocio ignorar el diferencial que añadimos y la perspectiva que ofrecemos
Por Marilén Stengel  | LA NACION

    
Desde 1910, año en el que se pidió por primera vez que se proclamara el Día Internacional de la Mujer Trabajadora durante la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas reunidas en Copenhague, hasta la fecha, las cosas para las mujeres han cambiado y mejorado en muchos aspectos.
Los países y las organizaciones más desarrollados y exitosos han comprendido que no es ni inteligente ignorar el diferencial que añadimos y la perspectiva que ofrecemos

Hemos logrado, sobre todo en Occidente, por mérito propio y a fuerza de trabajo de calidad y dedicación, un espacio reconocible en el mundo del trabajo, de la economía, de la política, de las ciencias, de las artes, sin haber perdido un rol central dentro de nuestros hogares. Hemos avanzado inmensamente en lo que respecta a equidad e igualdad en nuestra participación en la sociedad y en nuestro desarrollo íntegro como personas. Falta mucho aún, es cierto, pero también es cierto que gracias al esfuerzo realizado por miles de mujeres durante el siglo pasado, hoy nuestro aporte es fructífero y se vuelve cada vez más indispensable. Los países y las organizaciones más desarrolladas y exitosos han comprendido que no es ni inteligente ni es negocio ignorar el diferencial que añadimos y la perspectiva que ofrecemos.
Entonces, si las cosas van "tan bien", al menos en esta parte del mundo, ¿por qué seguir conmemorando el Día Internacional Mujer? Primero porque lo que aún falta es demasiado relevante como para no ayudar al mundo, al menos un día al año, a repensar acerca de las injusticias y las postergaciones que aún sufren millones de mujeres. Y segundo, porque es un muy buen momento para que las mujeres también nos miremos entre nosotras. ¿Qué estamos haciendo como personas, como trabajadoras, como profesionales, como artistas, como emprendedoras, como seres que ocupan un lugar de influencia en el mundo, por más pequeño que este sea, a favor de nuestro desarrollo y del de otras que tienen menos posibilidades que nosotras? ¿De qué manera las mujeres que hoy ocupan espacios de poder o son líderes (en gobiernos, empresas, ONGs, etcétera) trabajan para que otras también puedan expandir sus potenciales en igualdad y equidad? ¿De qué formas las mujeres ayudamos a otras a salir de la pobreza y la marginación?
Las mujeres machistas entran a la vida corporativa o a la política para cambiar ellas y no para transformar y mejorar la vida de los otros

Cualquiera puede ayudar a otra aunque sólo sea mínimamente, por ejemplo, ofreciéndole un pago justo por su trabajo. Pero para esto es necesario entender que en la promoción de otras se cambia el mundo de la mejor forma posible. Las mujeres machistas, por su parte, ni entienden esto ni pueden hacerlo, básicamente porque entran a la vida corporativa o a la política para cambiar ellas y no para transformar y mejorar la vida de los otros. Son las que se apropian del poder por el poder mismo, las que creen que lo que les pasa a los otros son "daños colaterales" necesarios para su realización, las que confunden consistencia con impiedad y justicia con resentimiento. Son las que imponen y no dialogan.
La mujer machista es la que sostiene un orden en el que la desigualdad es una práctica cotidiana y que no busca la equidad más que para sí misma. Una mujer machista tampoco ayuda a los hombres (aunque algunos así lo crean) porque, al imitar lo peor del comportamiento masculino, sólo les ofrece "más de lo mismo". Dicho esto, creo que si bien la promoción de la mujer no es algo privativo de las mujeres, estoy convencida que deberíamos ser las más sensibles.
Las mujeres somos la mitad de la humanidad. Me ilusiono con el día en que podamos hacer valer esa proporción y nuestra mirada de manera amorosa, creativa y justa en favor de otras mujeres y para el bien de todo el mundo. Porque respetar a otra mujer es respetarme a mí misma y en ella, a todo lo que vive..


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