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lunes, 25 de noviembre de 2013

¿Qué puedo hacer yo? 

Día Internacional de Lucha contra la Violencia hacia la Mujer

¿Cuántos puños hay detrás de cada golpe que una mujer recibe? 

Muchos, porque que en todo golpeador hay un golpeado. Sin ir más lejos, ayer en San Martín (Buenos Aires)  un hombre mató a golpes a su ex mujer y a la hija de esta de 20 años. Lo cierto es que en Argentina muere una mujer cada 35 horas y lo hace sobre todo en manos de un hombre que forma parte de su círculo más cercano.
Hoy es 25 noviembre, Día Internacional de Lucha contra la Violencia hacia la Mujer. Esta fecha fue instaurada  a partir del martirio de las hermanas Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, quienes fueron asesinadas el 25 de noviembre de 1960, durante la férrea dictadura militar del general Trujillo en Santo Domingo. Una historia que fue estupendamente ficcionalizada  por Julia Alvarez  en su novela En tiempos de las mariposas. Una obra tan triste y llena de merecido homenaje como bella.

Desde entonces hasta la fecha, desde diferentes sectores se busca concientizar a la población mundial para que se reconozca la violencia hacia las mujeres como un atentado contra los derechos humanos. Y lo cierto es que de a poco, y con muchos retrocesos cotidianos, se van registrando avances importantes. Por ejemplo, el giro en la política que el Gobierno de la India tenía respecto de este tema a partir del asesinato de Amanat, una joven que murió dos semanas después de ser atacada- golpeada y violada reiteradas veces-  por cuatro hombres en un colectivo en agosto de 2013. Los cuatro fueron condenados a muerte, una pena que jamás se había aplicado para ese tipo de delito que es dolorosamente común en dicho país. Fue la presión de la opinión pública y las marchas en todo el país, las que forzaron este cambio.  ¡Hay tanto para hacer en todo el mundo!

Y nuestro país no es una excepción. Por el contrario, somos una triste muestra de una realidad que muchos quieren ignorar por considerarla un problema familiar o personal en la que nadie puede meterse. Si mi vecino le pega a su mujer, ¿intervengo? Si alguien zamarrea a una mujer en la calle, ¿intervengo? Puedo mirar hacia otro lado, pero eso me convierte en un cómplice.
Hoy es un día para alzar la voz no sólo por las mujeres golpeadas y abusadas sino por las mujeres tratadas, las mujeres prostituidas, por todas aquellas que de algún  modo sufren violencia ya sea física, mental o ambas.

Es un día que nos propone pensar de qué manera  cada uno no de nosotros puede influir en su contexto, en la educación que le da a sus hijos, en el tipo de trato que da y que acepta por parte de las personas que la rodean, en elevar el nivel de sensibilidad que existe sobre este tema. En la forma en la que reclamamos ante la justicia y los distintos poderes del estado para que este tema no sea ninguneado, cajoneado, silenciado. No es aceptable que un miembro de la Corte Suprema de Justicia diga que “no sabía” que en departamentos de su propiedad funcionaban prostíbulos. No es aceptable. Como yo lo veo, alzar la voz por este motivo, no es una opción es indispensable.


Nada justifica un golpe o el abuso físico o emocional. Nunca. 

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