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miércoles, 26 de febrero de 2014

Día de las Hermanas

El 4 de marzo es el día de las Hermanas. Hasta hace muy poco no sabía que existía este día y aunque este tipo de fecha siempre me parece más un argumento de marketing, me llena de alegría que exista.

Tengo dos hermanas biológicas, Francine y Teresa y algunas hermanas elegidas. Pancha (así le decimos a Francine) y Tere fueron mis primeras amigas, confidentes y compañeras de andanzas. Fueron las hermanas que la vida me regaló y que con el tiempo fui eligiendo. Porque, como yo lo veo,  una hermana puede ser un “dato biográfico”, una bruja como en los cuentos tradicionales, mala y horrible, o un amor incondicional. Mis dos hermanas son esto último para mí, una compañía cálida, segura, suave, una red de la que no puedo caerme. Y eso no significa que no nos hayamos peleado o que hoy en día no tengamos nuestras diferencias. Nada de eso. Lo que significa es que nos queremos con y a pesar de todo lo que puede diferenciarnos.  Somos testigos de nuestras vidas y como tales nos recordamos unas a otras quienes fuimos siendo, y más importante aún, quienes somos hoy. En esta red, ninguna se pierde y ninguna se queda sola.

Pero además tengo hermanas elegidas. Amigas con las que me he ido encontrando en la vida y a quienes fui aprendiendo a querer como hermanas. No hay nada más maravilloso que una hermana elegida porque es una mujer a quien queremos porque si, porque ella es ella y nos regala quien es. Además, como no comparte la historia familiar, no se engancha con lo que más nos duele de esa historia y nos puede ofrecer otra forma de mirarla.

Me parece que las mujeres vamos así por la vida, tejiendo redes de amor entre nosotras porque las necesitamos para vivir, o al menos vivir mejor. No conozco ni una sola mujer que no tenga al menos, una amiga, una hermana elegida. Hay un fragmento de un poema en Nu Shu, la única lengua escrita que las mujeres inventamos, allá por el siglo III, en China que sintetiza esta experiencia, 

Una mujer junto a un río nunca tiene sed y junto a una mujer, jamás desespera”.


¡Feliz día de las hermanas y gracias a las mías, mi vida no sería ni la mitada de buena sin ustedes!