¿Qué cosas te cambian el día?
Ayer, como casi todas las mañanas,
salí temprano a caminar en una plaza que queda cerca de mi casa. Es una hora en
la que salimos los mismos a dar vueltas y vueltas para llenarnos de aire los
pulmones y los ojos de colores. Los loros hacen un buen trabajo.
La mayoría nos saludamos, a veces
caminamos juntos y otras veces es solo un abrazo y cada cual sigue con su
ritmo.
Ayer, apenas cruzar la barrera, encontré a una señora que caminaba con mucha
dificultad, empujando un andador. Tenía mucho pelo, muy blanco y nunca antes la
había visto. Se la veía haciendo enormes esfuerzos para dar un paso detrás de
otro. Cuando pasé a su lado la saludé. Al principio no entendió que mi saludo
era para ella, con lo que lo repetí y al mirarme, me regaló la sonrisa más
radiante, expansiva y generosa que vi en mucho tiempo. Y me la guardé en el corazón. ¡Con qué poco
había ganado tanto!
No sé bien por qué, o quizás sí, pero
esa sonrisa, me cambió el día. ¿Qué te lo cambia a vos?