Páginas

martes, 27 de septiembre de 2016

Uno de los temores más grandes de las milicias de ISIS son las mujeres soldado porque si mueren en manos de ellas no mueren como mártires y por lo tanto no reciben su premio en el más allá. Una nota imperdible de Fatima Sadiqi, activista y fundadora del primer Centro Marroquí de Estudios e Investigación sobre las Mujeres (1998), entre mucho más.

Mujeres que frenan al ISIS

Resistencias. Asesinatos, secuestros, violaciones padecen las mujeres en manos del ISIS. Sadiqi, una investigadora feminista marroquí, analiza el lugar de las mujeres en el ascenso y caída de la organización.

Por Fatima Sadiqi

Si bien la cobarde masacre de mujeres yazidíes por parte de ISIS en Irak y Siria contribuyó a darle notoriedad, su gradual caída en parte es obra de las mujeres kurdas que combaten contra él en las líneas del frente. Es fácil ver una simple venganza en esta progresión, pero una lectura más profunda apunta al papel fundamental de las mujeres en la ideología de ISIS y el papel futuro que tendrán en su desenlace. Cuando en 2014 ISIS capturó territorio para instaurar un autodenominado califato, quería montar un espectáculo que el mundo no pudiera pasar por alto. Entonces recurrió a los secuestros, los asesinatos, las violaciones y el sojuzgamiento masivos, especialmente entre la minoría yazidí. La brutalidad de ISIS contra las cautivas tenía como propósito humillar al enemigo y hacerle llegar una advertencia a cualquiera que no adhiriera a su interpretación extremista y radical del Islam. En enero y febrero de 2016, Human Rights Watch entrevistó a quince mujeres y niñas yazidíes y a 21 mujeres árabes musulmanas sunnitas que lograron escapar de ISIS. La mayoría de ellas había pasado más de un año en cautiverio y dijeron que fueron obligadas a convertirse al Islam (si no eran musulmanas), esclavizadas, violadas sistemáticamente –a veces por múltiples militantes yihadistas– y compradas y vendidas.
La trágica historia de estas mujeres indica que el seudoestado de ISIS se construyó sobre el total sojuzgamiento de las mujeres, y el grupo de hecho con frecuencia orquestó una propaganda misógina brutal para expresar y promover su ideología. ISIS ha institucionalizado la violencia física y psicológica contra las mujeres a través de fatwas (decretos religiosos) emitidos por importantes ideólogos. Lo que es peor, esta práctica se ha exportado a otros grupos extremistas, como Boko Haram en el oeste de África, que juraron fidelidad a ISIS a comienzos de 2015.
La ideología del grupo requiere el “borramiento” de los derechos civiles de las mujeres y su total subordinación a la estructura familiar y los hombres que la controlan. El recorrido aprobado de la vida de una mujer es permanecer en el hogar y criar a pequeños yihadistas para que peleen por el Estado. Las mujeres que transgreden el papel ideal de esposa y madre buscando autonomía o autoexpresión fuera de la familia son severamente castigadas. Todo esto se basa en una interpretación perversa de la ley islámica que, como no es de extrañar, aún opera sólo en el dominio del derecho familiar. En este plano, a las mujeres se las necesita para legitimar las fatwas que defienden la ideología imperante pero también son chivos expiatorios útiles cuando se las necesita.
Contra este telón de fondo, es especialmente irónico ver a las mujeres soldados kurdas en la línea del frente de la coalición encabezada por EE.UU. peleando contra ISIS en Siria e Irak. Recientes operaciones militares recuperaron territorios que hacía mucho estaban bajo el control de ISIS, incluso zonas del sur de Mosul, la capital iraquí del grupo. Las imágenes de esas victorias, donde se ve a mujeres, son un antídoto contra la venenosa propaganda de ISIS y alientan a más mujeres a oponerse a los dictados ideológicos del grupo. El mensaje al parecer se está difundiendo. Al atenuarse el control de ISIS sobre el territorio, también lo hace el control sobre las mujeres. La imagen más memorable de la liberación de la ciudad siria de Manbij fue la de mujeres quemando sus burkas y denunciando públicamente las atrocidades de ISIS.
Esos potentes gestos simbólicos tendrán efectos tanto a corto como a largo plazo. En el corto plazo, son una afirmación pública de la autonomía de las mujeres; después de tanta propaganda y brutalidad, muchos en la región ya no creían que ese comportamiento fuera posible. A largo plazo, las imágenes de mujeres matando y capturando a combatientes de ISIS son el primer clavo en el ataúd de la ideología del grupo, que se funda en la premisa falsa de la inferioridad femenina. Dado que ISIS colocó a las mujeres en el centro de su ideología, las mujeres son una amenaza oculta significativa para aquel. Al demostrar su acción personal contra los dictados de ISIS, las mujeres liberadas de su control le recuerdan al mundo que el grupo ha secuestrado los valores universales del Islam y pervertido sus enseñanzas. Es apropiado que mujeres fuertes y valerosas ayuden a derrotar a un grupo cuyo mito fundante se basa en el sojuzgamiento violento de las mujeres. El papel de las mujeres como combatientes, quizá más que cualquier otra cosa, garantizará que los principios de ISIS –en particular su estilo letal de patriarcado– sean rechazados por completo.

Fuente: http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/Mujeres-frenan-ISIS_0_1652234772.html

© Project Syndicate.
Traducción: Elisa Carnelli

No hay comentarios:

Publicar un comentario