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lunes, 22 de agosto de 2016


Vírgenes Juradas: Cuando ellas son ellos


Por Marilen Stengel

Se cree que no quedan más que 30 ó 40 de ellas en el norte de Albania. La vírgen jurada o virgjeneshtë en albanés, es un mujer que o bien para evitar un matrimonio que no desea o para que la familia no se vea privada de un hombre, renuncia al matrimonio y jura mantenerse célibe  de por vida ante los ancianos de la comunidad o del pueblo. Durante la ceremonia, se corta el pelo, se viste como hombre y recibe el permiso de llevar armas y de ocupar la posición de jefe de familia.
Esta tradición aparece registrada por los viajeros europeos en el siglo XIX en regiones agrícolas remotas, no solo entre albaneses sino también entre eslavos del sur y gitanos, sobre todo en  regiones agrícolas remotas, donde se continuaba viviendo en grupos de familias y clanes con un ordenamiento arcaico.

La figura de la virgen jurada le permitía a las familias que se quedaban sin hombres, contar con un miembro que pudiera asegurarles la supervivencia ya que estas tenían permiso para hachar un árbol, cazar o realizar cualquier otra tarea de “hombres”, algo estrictamente prohibido y penado en las mujeres. Y esta es precisamente la historia que elige narrar  la directora de cine italiana Laura Bispuri en la película que lleva como nombre Vergine Giurata (Vírgen Jurada) que se presentó en el 65º Festival Internacional de Cine Berlinale en Berlín. Una historia hermosa, conmovedora y muy recomendable, ya que enfrenta al espectador a una realidad poco conocida por el gran público, en la que una mujer para poder sostener a su familia, toma la decisión de ser una virgen jurada. En la ficción la historia no termina allí , pero en la realidad, estas mujeres nunca más vuelven a actuar como tales.