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lunes, 12 de febrero de 2018


Con ser mujer no alcanza


Tres de los ocho imputados por la muerte de Emanuel Garay, son mujeres.

Emanuel tenía 18 años, 4 hijos y un sueño: ser policía. Para ello ingresó como cadete en el cuerpo de Policía de La Rioja. Como parte de su formación debía pasar por la instrucción física. Pero lo que debía que ser una instancia de aprendizaje, se convirtió en una sesión de tortura ya que quienes estaban a cargo de la misma les negaron el agua. Resultados: 11 cadetes internados y Emanuel murió debido a una descompensación que sufrió al deshidratarse.

A cargo de la “del baile” como le llamaban en la colimba (abolida durante la presidencia de Carlos Menem a raíz  del asesinato del soldado Carrasco en 1994), estaban los ocho imputados ya detenidos: el subdirector general del Instituto de Seguridad, comisario mayor Dardo Nicolás Gordillo; el director de la Escuela de Cadetes, comisario inspector Ramón Alberto Leguiza; el jefe del Cuerpo de Personal Masculino, comisario Jorge Marcelo Leguiza, y la jefa del Cuerpo de Personal Femenino, comisaria Adriana Mabel Rodríguez, además de cuatro instructores: la oficial inspector Nadia Soledad Bravo; los oficiales subinspectores Elio Gonzalo Marcial e Ivana Karina Luna, y el oficial ayudante Marcos Antonio Miranday.

¿Por qué importa que tres mujeres estén implicadas en esta muerte? Porque si no queremos que nos maten, si queremos equidad en el ámbito del  trabajo y en cuanto a nuestros derechos civiles, tenemos que ser las primeras en defender la vida y romper las alianzas con quienes no la respeten. La tortura a la que se sometió a estos cadetes era para que mostraran si “eran hombres”. Porque un hombre se la banca, es duro, no se queja, sobrevive… Pero no todos, Emanuel no pudo y no porque no fuera hombre, sino porque lo trataron como a una cosa.

Estoy convencida que es importante que más mujeres lleguen a puestos de poder pero también creo que importa más que tipo de mujer es y también para qué quiere “llegar”. Si la que sube es machista o si quiere llegar para tener ella poder, entonces nada cambiará. Con tantos hombres duros, ¿quién quiere mujeres de hierro?

Con ser mujer no alcanza.